El casco antiguo, la Vila, de Cambrils es uno de los rincones más tranquilos y desconocidos del municipio, que se conoce principalmente por sus hermosas playas y su puerto pesquero.

Quizá por eso, por no estar cerca de la fachada marítima, mucha gente desconoce este pequeño laberinto de calles estrechas y empedradas, llenas de plantas y rincones únicos que descubren la historia y el encanto del municipio, que se esconde al otro lado de las vías del tren.

La mejor manera de explorar este lugar es acercarse en bicicleta o pasar de vuelta de una ruta.

El corazón de este barrio es la Plaça de la Vila, un espacio encantador que solía ser la sede del Ayuntamiento. Aquí, el ritmo de vida es mucho más relajado, con vecinas charlando mientras hacen sus compras y niños jugando por las calles.

Desde aquí, uno puede adentrarse en las calles empedradas y descubrir lugares como la calle de las flores, que se caracteriza por la gran cantidad de plantas y flores que decoran el lugar, creando una atmósfera pintoresca. Pero lo más destacado de este barrio es la historia que se encuentra escondida en sus muros.

Las antiguas murallas de Cambrils, que datan de la época de la Guerra dels Segadors y otros conflictos, aún se conservan, como la Torre y el Arc del Setge. Estos monumentos nos cuentan historias de asedios y ataques que marcaron la historia del lugar.

Uno de los momentos más trágicos de esta historia es recordado en la Plaza del Setge, donde se erige un monumento en honor a los caídos en la batalla de 1640, durante la Guerra dels Segadors, en la que más de 700 soldados fueron ejecutados.

En este paseo por el pasado, también se puede visitar la Ermita de la Mare de Déu del Camí, construida en 1214 y que tiene una torre de vigilancia desde donde se pueden disfrutar de vistas impresionantes del pueblo.

Esta ermita, de estilo renacentista, guarda una sorpresa para los más valientes: subir los 80 escalones de la torre para admirar el panorama.

Como veis, e casco antiguo de Cambrils es un lugar ideal para perderse, alejarse del bullicio turístico y descubrir una cara diferente de este encantador municipio, cargado de historia, cultura y belleza.

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  • Cambrils se  prepara para acoger la sexta edición de su evento de ciclismo, la Cambribike del 9 al 11 de mayo, convirtiéndose nuevamente en el epicentro del ciclismo.

    El Parc del Pinaret será el lugar de encuentro para ciclistas de todas las edades y niveles, con un programa que incluye competiciones de carretera, BTT, gravel y trial, además de actividades para toda la familia.

    Este evento, coorganizado por el Patronat de Turisme, el Ayuntamiento de Cambrils y clubes ciclistas locales, se ha consolidado como una cita imprescindible para los amantes del ciclismo en Tarragona. Durante la presentación, el alcalde Oliver Klein destacó el esfuerzo conjunto de clubs, empresas locales y el patronato para promover el turismo deportivo y organizar un evento de alto nivel.

    La regidora de Turismo, Patricia de Miguel, también subrayó la experiencia de Cambrils en este tipo de eventos y la infraestructura especializada en ciclismo, como alojamientos adaptados y servicios de reparación y alquiler de bicicletas.

    Cambrils apuesta por el turismo deportivo durante todo el año, no solo en verano, como herramienta para dinamizar la economía local. En cuanto a las actividades, la Bioracer Cambribike Road «Marxa dels 6 Ports» será uno de los momentos destacados, con una carrera de carretera de hasta 125 km que atravesará paisajes impresionantes. Además, se celebrará el Campionat d’Espanya de Trial, con ciclistas de renombre mundial, y se ofrecerán actividades para los más pequeños, como la Open Kids Cambribike y la Kids Cup Tarragona FCC.

    La Cambribike también incluirá una marxa BTT con diferentes recorridos, exhibiciones, talleres y actividades de educación vial, creando un ambiente dinámico y familiar. Este evento no solo celebra el ciclismo, sino que también fomenta la participación y el disfrute de todos.

  • No podíamos dejar pasar en este rincón de ciclismo en Cambrils, el recuerdo para un hombre de ciclismo como Jordi Mariné que nos dejó este pasado fin de semana.

    Y es que Jordi Mariné Tarés, nacido en Vinyols (Baix Camp) el 24 de septiembre de 1941, fue un ciclista destacado y un influyente dirigente deportivo. Comenzó su carrera ciclista en el club Reus Ploms-Derbi.

    Durante su etapa como amateur, logró importantes éxitos, como el subcampeonato de España en 1960 y el campeonato de Cataluña en diversas modalidades, incluyendo la montaña en 1962 y el fondo en 1964. También fue campeón de Cataluña en la categoría de principiantes en 1960.

    Además, participó en tres Mundiales de ruta (1962, 1964, 1965) y formó parte del equipo que representó a España en los Juegos Olímpicos de Tokio en 1964.

    Jordi Mariné en la carretera

    A partir de 1966, Jordi Mariné dio el salto a la categoría profesional, donde compitió hasta 1970. Formó parte de diferentes equipos destacados como Fagor, Kas, Pepsi Cola y La Casera. Obtuvo varias victorias y logros importantes a lo largo de su carrera profesional. Entre sus triunfos más relevantes se encuentran el Campeonato de España por regiones (1968), el Gran Premio de la Montaña de la Semana Catalana (1969) y las metas volantes en diversas vueltas a Cataluña, Levante, La Rioja, Mallorca y la Semana Catalana.

    Además, ganó etapas importantes en competiciones como la Midi Libre (1967) y la Vuelta a Castellón (1969).

    Mariné también participó en el Tour de Francia de 1967 y en dos Mundiales (1969, 1970), consolidándose como un ciclista de gran nivel internacional.

    Diari de Tarragona

    Jordi Mariné en los despachos

    Tras su retirada del ciclismo profesional, Mariné continuó su carrera en el ámbito deportivo como dirigente. Fue vocal (1969-71) y posteriormente director deportivo (1971-74) de la Federación Española de Ciclismo.

    Fundó la Peña Cicloturista de Cambrils en 1974, una iniciativa para promover el cicloturismo y el deporte base.

    Más tarde, fue presidente de la Federación Catalana de Ciclismo entre 2000 y 2004, y vicepresidente de la Federación Española de Ciclismo entre 2000 y 2003, donde siguió realizando una gran labor para el desarrollo de este deporte.

    A lo largo de su trayectoria recibió reconocimientos y distinciones por su contribución al ciclismo. Recibió la medalla al mérito deportivo del Consejo Superior de Deportes (1995), la insignia de oro y brillantes de la Federación Española de Ciclismo (2006) y la placa de honor de la Federación Catalana de Ciclismo (2006), destacando su influencia y dedicación en el mundo del ciclismo.

    Un abrazo a sus familiares, amigos y gente del ciclismo que pudieron conocer a esta excelente persona.

    DEP Jordi.

    Imagen principal: RosanaAndreu

  • El casco antiguo, la Vila, de Cambrils es uno de los rincones más tranquilos y desconocidos del municipio, que se conoce principalmente por sus hermosas playas y su puerto pesquero.

    Quizá por eso, por no estar cerca de la fachada marítima, mucha gente desconoce este pequeño laberinto de calles estrechas y empedradas, llenas de plantas y rincones únicos que descubren la historia y el encanto del municipio, que se esconde al otro lado de las vías del tren.

    La mejor manera de explorar este lugar es acercarse en bicicleta o pasar de vuelta de una ruta.

    El corazón de este barrio es la Plaça de la Vila, un espacio encantador que solía ser la sede del Ayuntamiento. Aquí, el ritmo de vida es mucho más relajado, con vecinas charlando mientras hacen sus compras y niños jugando por las calles.

    Desde aquí, uno puede adentrarse en las calles empedradas y descubrir lugares como la calle de las flores, que se caracteriza por la gran cantidad de plantas y flores que decoran el lugar, creando una atmósfera pintoresca. Pero lo más destacado de este barrio es la historia que se encuentra escondida en sus muros.

    Las antiguas murallas de Cambrils, que datan de la época de la Guerra dels Segadors y otros conflictos, aún se conservan, como la Torre y el Arc del Setge. Estos monumentos nos cuentan historias de asedios y ataques que marcaron la historia del lugar.

    Uno de los momentos más trágicos de esta historia es recordado en la Plaza del Setge, donde se erige un monumento en honor a los caídos en la batalla de 1640, durante la Guerra dels Segadors, en la que más de 700 soldados fueron ejecutados.

    En este paseo por el pasado, también se puede visitar la Ermita de la Mare de Déu del Camí, construida en 1214 y que tiene una torre de vigilancia desde donde se pueden disfrutar de vistas impresionantes del pueblo.

    Esta ermita, de estilo renacentista, guarda una sorpresa para los más valientes: subir los 80 escalones de la torre para admirar el panorama.

    Como veis, e casco antiguo de Cambrils es un lugar ideal para perderse, alejarse del bullicio turístico y descubrir una cara diferente de este encantador municipio, cargado de historia, cultura y belleza.