Una ruta para disfrutar del paisaje del Priorat. Carreteras agradables, sinuosas y con constantes desniveles, rodeadas de campos de viñedos. Los kilómetros pasan rápidamente, sin darnos cuenta. El paisaje cambia constantemente, y la proximidad entre pueblos hace distraído el trayecto. En otoño, el olor de la uva prensada después de la vendimia se extiende por toda la comarca. Una vez coronamos la Teixeta, el descenso hasta el pantano de Riudecanyes nos hace disfrutar de la velocidad y ya sólo nos queda un terreno favorable hasta llegar a Cambrils.