Reimund Dietzen sigue saliendo en bicicleta, unas dos o tres veces a la semana. También corre a pie y tanto tiempo después, sigue disfrutando de su pasión por el deporte, volviendo cada poco a montar en bici a Cambrils y la Costa Daurada, incluso después de dejar el ciclismo de forma prematura, a causa de una caída de la que hablaremos más adelante.
Sin embargo él nunca se ha ido de la Costa Daurada. Vive en Mont Roig del Camp, cerca de Cambrils, y disfruta muchísimo de la zona.
“Cuando era ciclista, entrenaba mucho por aquí. Conocía bien el terreno y los sitios para salir en bici. Es una zona preciosa, con buenas carreteras, poco tráfico y un paisaje ideal“, comenta sobre Cambrils y sus alrededores.
Prades, Priorat, Musara… y siempre les contaba las maravillas de la zona a los ciclistas alemanes: “Fui el primero en traerlos de forma organizada a Cambrils. Estaban acostumbrados a ir a Mallorca, que es muy bonita, pero con más tráfico. Aquí, cuando cruzas los primeros pueblos, pasan minutos y minutos sin ver un coche. Puedes entrenar tranquilo, relajarte, tomarte un café y disfrutar de la vida“.
“Hay muchas rutas, puedes subir a la Teixeta, por Prades, Montblanc… todo es una maravilla, y puedes bajar hasta el Ebro“, sigue contando.
Solo traía a alemanes, y se mostraban “encantados, les gustaba todo. Muchos siguen viniendo con sus bicis y, por la tarde, se van a la playa“.
Uno de esos ídolos de los años 80
Pero la historia de Reimund Dietzen en España viene de lejos, de hace más de 40 años. “Siempre me he sentido muy bien aquí, como en casa. Empecé en el ciclismo cuando era muy joven, salía en bici y me puse en contacto con un club. Poco a poco fui creciendo, ganando experiencia y victorias“, nos cuenta.
Y claro, acabaría corriendo en España, en el equipo Teka: “En mi primer año como profesional competí en Suiza, pero me sentía muy cómodo en las carreras de España, como la Vuelta a Valencia o la Vuelta a España. Teka quería fichar a un ciclista alemán, investigaron un poco y les sugirieron mi nombre. En Alemania no había tantos ciclistas profesionales“.
Teka vendía tanto en España como en Alemania, y “para ellos tener a un ciclista como yo era interesante“. Alemania tenía ciclistas, pero no grandes nombres.
Hablamos de 1983, cuando llega a Teka: “Me gustaba competir en España, por el tipo de carreras, con bastante montaña, y por el público, la gente que nos iba a ver“.
En Teka, pasó toda la década de los 80, con ellos subió al podio de la Vuelta a España tres veces: dos segundos y una tercero. Solo le faltó ganar, pero “no tuve la suerte ni fuerzas necesarias frente a Lucho Herrera y Sean Kelly“.
A los 30 años, tuvo que dejar el ciclismo
“Mis recuerdos de esos años son muy buenos. Tuve la suerte de estar en un buen equipo y con muchos amigos. El Tour no se me dio bien, porque competir en dos grandes vueltas no era fácil, además corríamos muchas carreras desde febrero hasta octubre. No podía descansar lo suficiente para preparar el Tour como quería”.
“Hoy, la gente compite en 60 carreras, a mí me tocaban unas 115 al año. Fue una época muy bonita, aunque no era todo tan perfecto en cuanto a organización, pero tenía un toque muy familiar” rememora, al igual que su caída en el el Túnel del Cotefablo, durante la Vuelta de 1989.
“Son recuerdos malos, no deberíamos haber pasado por ese túnel tan largo y poco iluminado. Hoy, el ciclismo es mucho más seguro gracias a esas experiencias. Además, yo no llevaba casco, lo que complicó mucho las cosas“.
Hoy Reimund Dietzen es bien recordado por la gente que seguía ciclismo en los 80 y por todos aquellos que han viajado con él a Cambrils, la suya fue una carrera de pionero, trayendo ciclismo a estas tierras mucho antes que lo hicieran otros.
El próximo domingo 30 de marzo, Cambrils se convertirá nuevamente en el epicentro del ciclismo de montaña con la celebración de la Scott Marathon Cup BTT, una de las competiciones más esperadas del calendario. Esta jornada no será solo una prueba deportiva, sino una auténtica experiencia donde el esfuerzo se combina con el paisaje único de esta localidad costera.
Desde la fachada marítima, los ciclistas partirán hacia un recorrido que los llevará a explorar el corazón del bosque mediterráneo. Senderos serpenteantes, desafiantes trialeras y desniveles pronunciados marcarán el camino, ofreciendo a los participantes un contraste espectacular entre el azul del mar y el verde de la montaña.
El clima templado, característico de esta época del año, será el aliado perfecto para los amantes de las “ruedas gordas”. Al final de la jornada, una paella junto a la playa esperará a todos los valientes como recompensa a su esfuerzo.
La prueba contará con dos recorridos, de 46 y 60,5 kilómetros, diseñados para poner a prueba tanto a los ciclistas más experimentados como a aquellos que buscan un reto personal. Este evento marcará el inicio de la temporada, un punto de partida hacia nuevas hazañas deportivas.
El año pasado…
Hace un año, Cambrils fue testigo de una emocionante competición que reunió a 350 ciclistas de 16 nacionalidades. En la modalidad de larga distancia, Martí Cateura y Sophie Giovane se coronaron campeones tras una épica batalla contra el terreno y las condiciones climáticas.
Cateura conquistó la meta en 2h35:16, mientras que Giovane dominó la categoría femenina con un tiempo de 3h16:06.
También brilló el “cambrilenc”, con Arnau Masip Guzman logrando una destacada segunda posición en la categoría Élite XCP.
Este año, la expectación no podría ser mayor.
La Scott Marathon Cup no solo es una competición, sino un reflejo del compromiso de Cambrils con el deporte y el ciclismo, posicionándose como un destino de referencia para cicloturistas y deportistas de todo el mundo. Sus certificaciones como destino de cicloturismo y turismo deportivo, junto a su amplia oferta de servicios especializados, consolidan a esta localidad como un escenario perfecto para eventos de alto nivel.
Programa
Sábado 29 de marzo:
16:00-19:00: Apertura de la Oficina de Carrera y recogida de dorsales.
Domingo 30 de marzo:
07:30-09:00: Última oportunidad para recoger dorsales.
09:30: Inicio de la carrera (modalidades XCM y XCP).
13:30: Ceremonia de entrega de premios.Si queréis ver toda la información.
Ya lo mencionamos en nuestra publicación anterior y volvemos a insistir: la bicicleta también es para el invierno, y sobre todo en Cambrils, pero siempre sabiendo cómo disfrutarla de la mejor manera.
Como mencionamos, es el momento ideal para elegir rutas más sencillas y menos exigentes, que nos mantengan en movimiento constantemente y eviten que perdamos calor. Por eso hemos abierto nuestro libro de rutas y seleccionado cuatro opciones con salida y llegada en Cambrils.
Dos de ellas en MTB, una opción muy interesante ya que se trata de un ciclismo más resguardado, por bosques, y por tanto menos expuesto al frío que estos días acompaña nuestras salidas.
Road: Hasta el Delta de l’Ebre
Para recorrer el terreno llano, toma la bicicleta y pedalea con fuerza. Nuestra ruta se encuentra en la antigua carretera nacional (N-340), en dirección a l’Ametlla y El Perelló. Es una vía con poco tráfico, especialmente desde que se liberalizaron las autopistas, salvo en verano cuando hay más movimiento debido a los traslados entre campings. L’Ametlla está a unos 35 kilómetros de distancia, y el arcén es transitable. Si llegamos a El Perelló, estaremos en la entrada del Delta del Ebro, donde podremos recorrer la Ruta Natural del Delta, un lugar ideal para andar en bicicleta. Sin embargo, tal vez sea mejor evitarlo en verano debido al calor.
MTB: La ruta del aceite
La ruta pasa por siete localidades productoras de aceite: Reus, Riudoms, Montbrió del Camp, Vilanova d’Escornalbou, Mont-roig del Camp, Cambrils y Vinyols i els Arcs. Es un itinerario circular que puede comenzar y terminar en cualquiera de estos pueblos. Transcurre por caminos llanos, adecuados para ciclistas de todos los niveles. A lo largo del recorrido, podrás disfrutar del paisaje agrícola de la zona, caracterizado por su ambiente rural, mediterráneo y apacible. Además de olivares, atravesarás huertos, avellanos y algarrobos, típicos del Baix Camp. Durante la ruta, también tendrás la oportunidad de visitar espacios relacionados con el aceite, como cooperativas, molinos, museos y centros de interpretación.
Road: Paisaje y patrimonio
Ruta ideal para principiantes o para recuperar fuerzas tras un día intenso. Es un recorrido prácticamente plano hacia Tarragona, donde se toma la carretera N-340, pasando junto al Puente del Diablo, uno de los acueductos romanos mejor conservados y declarado Patrimonio de la Humanidad. Desde El Morell hasta Reus hay una leve subida que se acentúa al llegar a Les Borges del Camp, el punto más alto de la ruta. Desde allí, comienza un suave descenso hacia Cambrils, atravesando las localidades de Botarell y Montbrió del Camp.
MTB: Hacia l’Hospitalet de l’Infant
Es una ruta sencilla pero sorprendente. Comienza en Cambrils con un camino amplio hacia Hospitalet de l’Infant. Desde el Campo de Golf Bonmont, el terreno se vuelve más técnico, siguiendo una carretera paralela a la autopista AP-7. Cerca del final, un pequeño cartel señala el camino hacia la Ermita. El tramo final de un kilómetro es muy empinado. Después de recuperar el aliento, se regresa a Cambrils.
Reimund Dietzen sigue saliendo en bicicleta, unas dos o tres veces a la semana. También corre a pie y tanto tiempo después, sigue disfrutando de su pasión por el deporte, volviendo cada poco a montar en bici a Cambrils y la Costa Daurada, incluso después de dejar el ciclismo de forma prematura, a causa de una caída de la que hablaremos más adelante.
Sin embargo él nunca se ha ido de la Costa Daurada. Vive en Mont Roig del Camp, cerca de Cambrils, y disfruta muchísimo de la zona.
“Cuando era ciclista, entrenaba mucho por aquí. Conocía bien el terreno y los sitios para salir en bici. Es una zona preciosa, con buenas carreteras, poco tráfico y un paisaje ideal“, comenta sobre Cambrils y sus alrededores.
Prades, Priorat, Musara… y siempre les contaba las maravillas de la zona a los ciclistas alemanes: “Fui el primero en traerlos de forma organizada a Cambrils. Estaban acostumbrados a ir a Mallorca, que es muy bonita, pero con más tráfico. Aquí, cuando cruzas los primeros pueblos, pasan minutos y minutos sin ver un coche. Puedes entrenar tranquilo, relajarte, tomarte un café y disfrutar de la vida“.
“Hay muchas rutas, puedes subir a la Teixeta, por Prades, Montblanc… todo es una maravilla, y puedes bajar hasta el Ebro“, sigue contando.
Solo traía a alemanes, y se mostraban “encantados, les gustaba todo. Muchos siguen viniendo con sus bicis y, por la tarde, se van a la playa“.
Uno de esos ídolos de los años 80
Pero la historia de Reimund Dietzen en España viene de lejos, de hace más de 40 años. “Siempre me he sentido muy bien aquí, como en casa. Empecé en el ciclismo cuando era muy joven, salía en bici y me puse en contacto con un club. Poco a poco fui creciendo, ganando experiencia y victorias“, nos cuenta.
Y claro, acabaría corriendo en España, en el equipo Teka: “En mi primer año como profesional competí en Suiza, pero me sentía muy cómodo en las carreras de España, como la Vuelta a Valencia o la Vuelta a España. Teka quería fichar a un ciclista alemán, investigaron un poco y les sugirieron mi nombre. En Alemania no había tantos ciclistas profesionales“.
Teka vendía tanto en España como en Alemania, y “para ellos tener a un ciclista como yo era interesante“. Alemania tenía ciclistas, pero no grandes nombres.
Hablamos de 1983, cuando llega a Teka: “Me gustaba competir en España, por el tipo de carreras, con bastante montaña, y por el público, la gente que nos iba a ver“.
En Teka, pasó toda la década de los 80, con ellos subió al podio de la Vuelta a España tres veces: dos segundos y una tercero. Solo le faltó ganar, pero “no tuve la suerte ni fuerzas necesarias frente a Lucho Herrera y Sean Kelly“.
A los 30 años, tuvo que dejar el ciclismo
“Mis recuerdos de esos años son muy buenos. Tuve la suerte de estar en un buen equipo y con muchos amigos. El Tour no se me dio bien, porque competir en dos grandes vueltas no era fácil, además corríamos muchas carreras desde febrero hasta octubre. No podía descansar lo suficiente para preparar el Tour como quería”.
“Hoy, la gente compite en 60 carreras, a mí me tocaban unas 115 al año. Fue una época muy bonita, aunque no era todo tan perfecto en cuanto a organización, pero tenía un toque muy familiar” rememora, al igual que su caída en el el Túnel del Cotefablo, durante la Vuelta de 1989.
“Son recuerdos malos, no deberíamos haber pasado por ese túnel tan largo y poco iluminado. Hoy, el ciclismo es mucho más seguro gracias a esas experiencias. Además, yo no llevaba casco, lo que complicó mucho las cosas“.
Hoy Reimund Dietzen es bien recordado por la gente que seguía ciclismo en los 80 y por todos aquellos que han viajado con él a Cambrils, la suya fue una carrera de pionero, trayendo ciclismo a estas tierras mucho antes que lo hicieran otros.
El próximo domingo 30 de marzo, Cambrils se convertirá nuevamente en el epicentro del ciclismo de montaña con la celebración de la Scott Marathon Cup BTT, una de las competiciones más esperadas del calendario. Esta jornada no será solo una prueba deportiva, sino una auténtica experiencia donde el esfuerzo se combina con el paisaje único de esta localidad costera.
Desde la fachada marítima, los ciclistas partirán hacia un recorrido que los llevará a explorar el corazón del bosque mediterráneo. Senderos serpenteantes, desafiantes trialeras y desniveles pronunciados marcarán el camino, ofreciendo a los participantes un contraste espectacular entre el azul del mar y el verde de la montaña.
El clima templado, característico de esta época del año, será el aliado perfecto para los amantes de las “ruedas gordas”. Al final de la jornada, una paella junto a la playa esperará a todos los valientes como recompensa a su esfuerzo.
La prueba contará con dos recorridos, de 46 y 60,5 kilómetros, diseñados para poner a prueba tanto a los ciclistas más experimentados como a aquellos que buscan un reto personal. Este evento marcará el inicio de la temporada, un punto de partida hacia nuevas hazañas deportivas.
El año pasado…
Hace un año, Cambrils fue testigo de una emocionante competición que reunió a 350 ciclistas de 16 nacionalidades. En la modalidad de larga distancia, Martí Cateura y Sophie Giovane se coronaron campeones tras una épica batalla contra el terreno y las condiciones climáticas.
Cateura conquistó la meta en 2h35:16, mientras que Giovane dominó la categoría femenina con un tiempo de 3h16:06.
También brilló el “cambrilenc”, con Arnau Masip Guzman logrando una destacada segunda posición en la categoría Élite XCP.
Este año, la expectación no podría ser mayor.
La Scott Marathon Cup no solo es una competición, sino un reflejo del compromiso de Cambrils con el deporte y el ciclismo, posicionándose como un destino de referencia para cicloturistas y deportistas de todo el mundo. Sus certificaciones como destino de cicloturismo y turismo deportivo, junto a su amplia oferta de servicios especializados, consolidan a esta localidad como un escenario perfecto para eventos de alto nivel.
Programa
Sábado 29 de marzo:
16:00-19:00: Apertura de la Oficina de Carrera y recogida de dorsales.
Domingo 30 de marzo:
07:30-09:00: Última oportunidad para recoger dorsales.
09:30: Inicio de la carrera (modalidades XCM y XCP).
13:30: Ceremonia de entrega de premios.Si queréis ver toda la información.
desembre 18, 2024
El ciclismo se identifica con el verano, pero el invierno ...
desembre 2, 2024
No muy lejos del entorno urbano de Cambrils, el Parc ...
Viaje a los colores de un otoño de ciclismo en Cambrils
Días más cortos, luz plana y temperaturas suaves, el ciclismo en otoño significa sorpresa para el amante de la bicicleta, pues se encuentra paisajes en plena transformación que mudan de hoja y con ella de colores.
En esos trayectos te invitamos a descubrir maravillas cercanas a Cambrils, que no necesariamente implican un gran estado de forma, pues a estas alturas de la temporada, mucha gente ya no quiere hacer muchos kilómetros y lo que pretende es disfrutar en la bicicleta.
Ahí van tres sugerencias…
En dirección del Delta de l´Ebre
Paraje natural singular pero también un entorno perfecto para disfrutar de la bicicleta. Desde Cambrils al Delta de l´Ebre tenemos unos 71 kilómetros paralelos a la costa que podéis tomaros en varias etapas, pues varios municipios aparecen por el camino, municipios que pueden marcar el punto más lejano de la salida, antes de emprender la vuelta a Cambrils.
En el camino atravesaréis pueblos plenamente marineros, integrados en el paisaje de la Costa Daurada. L´ Hospitalet de l´Infant es el primero en el kilómetro 15, luego viene L´ Atmella de Mar ya en el 35 siendo L´Ampolla el punto que marca el acceso al Delta de l´Ebre, en el kilómetro 51.
El recorrido es por la antigua nacional 340 y recomendable hacerlo en los días que el viento no sople fuerte, porque en ese caso mejor tomar ruta al norte, hacia Tarragona y algún tramo hacia el interior a partir de Constantí.
Una ruta circular hacia La Mussara
Con una presencia imponente ya desde la misma línea de costa, la Mussara es sin duda un emplazamiento perfecto para estos días, saliendo a una buena hora de la mañana y volviendo para el almuerzo.
El recorrido es de poco menos de 100 kilómetros y tiene su miga. De inicio empezarás a ganar metros antes de cruzar La Selva del Camp y afrontar la subida final hasta la Serra de La Mussara.
Rozando los 1000 metros de altitud, la carretera te reserva unas vistas increíbles de toda la línea de costa, con Cambrils abajo, en una especie de altiplano que pasa por el antiguo recinto miliar de Castillejos. Los últimos 35 kilómetros son en descenso.
El recorrido de las tres comarcas
Desde Cambrils tienes la opción de tomar la carretera dirección Tarragona, cruzar la ciudad hasta La Secuita y afrontarla subida hasta Alforja para volver por Les Borjes del Camp y Montbrió del Camp hasta Cambrils.
Se trata de una ruta de unos 84 kilómetros, perfecta para rodar sin mayores pretensiones, con menos de 800 metros de desinel, pero conocer el gran entorno agrícola y de campo que rodea Cambrils, cruzando hasta 3 comarcas: el Alt Camp, el Baix Camp y el Tarragonès.
Queremos explicaros cuántas versiones existen de Cambrils.
No es una población muy grande, roza los 35.000 habitantes, pero su localización le vale de hub para muchas rutas por la Costa Daurada. Cambrils se sitúa al sur de la ciudad de Tarragona, en el centro del Baix Camp, una comarca de playa y tierra, que conecta el Mediterráneo con el singular paraje del Priorat.
A pesar de ese tamaño que antes decíamos, Cambrils ofrece varias caras de una misma moneda en un mismo municipio.
Su fachada marítima es alargada y agradecida, siempre mirando al mar que tanto le ha dado, desde alimento a visitantes cada año, familias, principalmente, que vienen a disfrutar de un clima excepcional en una vila de tradición marinera.
Son 9 kilómetros paralelos al mar, reuniendo sus playas en dos grupos, las de Llevant y las Ponent, siendo arenales muy típicos en la Costa Daurada, anchos y alargados, perfectos para disfrutar de la playa en familia.
Echando la vista atrás, aunque nadie ha dado con el origen exacto de su nombre, Cambrils ya era un topónimo utilizado hace casi 900 años.
El municipio se extiende sobre una superficie principalmente llana, con un pequeño desnivel en sus afueras, en límite ya con Montbrió del Camp.
La “ciutat vella” se sitúa a un kilómetro de la línea de costa. Se trata de un recinto amurallado de estrechas calles que quedó unido con el frontal de la costa por un plan de expansión urbana que ha dotado a la vila de todos los servicios modernos.
Este barrio antiguo es el recuerdo del primer Cambrils de la historia.
Ya en el ámbito marino, Cambrils guarda símbolos de su relación con el mar como el faro rojo de su rompeolas, aún operativo, y la Torre del Port, uno de los principales elementos identificativos de su fachada hacia el Passeig de les Palmeres, de tramo más conocido de su paseo marítimo.
Claro que el paseo por Cambrils sería incompleto sin sus parques, el de “Pescadors”, en memoria al oficio de la pesca, y con él “Parc del Nou Cambrils”, el del “Pinaret”, el más grande y moderno, sede anual del Cambribike, y, cómo no, el “Parc Samà”, a 5 kilómetros del núcleo urbano, aunque dentro del municipio y tdo un ejemplo de parque romántico.
Para muchas salidas ciclistas el Parc Samà es la último testigo antes de salir de Cambrils…
Así conocimos algunos de los los lugares que hacen de Cambrils un “cycling paradise”
No es cuestión de irse lejos en el mapa que, a veces, puede engañar, y sí de dar un paso un poco más allá para comprobar que el claim de “Cambrils Cycling Paradise” es una gran verdad.
Tres días de trabajo sobre el territorio, creando contenido que irá viendo la luz poco a poco fueron suficientes darnos cuenta de la diversidad y de la centralidad de Cambrils como puerta de entrada a muchas de las maravillas ciclistas de la Costa Daurada, algunas muy conocidas, pero otras sinceramente una sorpresa que supera expectativas.
Nos lo dijo una ciclista canadiense, estos días de octubre por la zona, ávida por saber si lo que le decían de Cambrils era cierto o no.
Salieron esa mañana en dirección Tarragona, pero ya conocían otros lugares, más al interior, sorpresas en forma de experiencia inolvidable.
Admitió que el global había superado sus expectativas.
Aquí nace el claim “Cambrils Cycling Paradise”
Nosotros tuvimos ocasión de comprobarlo, en escasos 50 kilómetros a la redonda, Cambrils le sirve en bandeja al ciclista lugares que dejan huella en el alma y buen esfuerzo en las piernas.
Subiendo por Riudecanyes y Duesaigües, entramos en el eterno Priorat, con sus cuestas continuas, seguidas de suaves bajadas, entre viñas, bodegas, tractores y el frontal rocoso Montsant como férreo vigía de la marcha.
Sitios con escaso tráfico y el que hay respetuoso y paciente con el ciclista, un premio en forma de paisaje para el corredor, antes durante y después, cuando acaba la marcha en alguna de sus bodegas.
Es la recompensa a una salida llena de matices, de mar y montaña, de encontrar lo inesperado y volver a casa, de donde saliste, desde Cambrils, a donde muchas personas acaban yendo año tras año, tanto tiempo después.
En Cambrils, el entorno se hace amigable al ciclista, con un paseo marítimo que te mete en medio del mar a lomos de una bicicleta, abriendo la posibilidad de conocer todo lo bueno y mejor que tiene el pueblo.
Un recorrido paralelo a sus playas, por un carril bici segregado y tranquilo, o por la ciutat vella, llena de pequeñas callejuelas, arcos e intimidad, sin obviar el puerto y sus comercios.
Nosotros lo vimos, lo comprobamos, todo en Cambrils es viento de cola para el ciclista, entrando en sus rincones, tomando café en sus terrazas, un buen desayuno antes de salir y disfrutar de una tarde con amigos, repasando los frutos de nuestro trabajo para rubricar eso que dice el lema: “Cambrils Cycling Paradise“.
Se vienen cositas…
No muy lejos del entorno urbano de Cambrils, el Parc Samà es el último testigo de la población cuando los ciclistas salen hacia el interior. Su torre, asomada a la salida de una rotonda y su muro modernista atraen la mirada de los ciclistas que salen a descubrir las rutas de las montañas que se ven desde Cambrils.
Se trata de un lugar de gran valor histórico, paisajístico y cultural que combina la belleza de la naturaleza con el romanticismo de la arquitectura del siglo XIX. Este emblemático parque es un claro ejemplo del movimiento romántico que influyó en la jardinería y la arquitectura de aquellos, siendo ahora un testimonio vivo de la historia y un atractivo turístico de gran relevancia en la región de la Costa Daurada.
Una visión romántica del paisaje
El Parc Samà fue concebido en 1881 por Salvador Samà i Torrents, marqués de Marianao, un aristócrata catalán que, tras pasar por Cuba, decidió construir un espacio que reflejara mundo que vio en ultramar.
Para ello contó Josep Fontserè i Mestre, arquitecto catalán y mentor de Antoni Gaudí, quien era reconocido por su trabajo en espacios públicos como el Parc de la Ciutadella en Barcelona.
El marqués deseaba crear un jardín romántico que evocara la nostalgia de Cuba y que, al mismo tiempo, sirviera como un refugio de paz y belleza para la nobleza catalana. Así nació este espacio único, que mezcla elementos botánicos exóticos, arquitectura neoclásica y rincones inspirados en los jardines coloniales.
El Parc Samà, hoy
Aunque en su origen, el Parc Samà fue un símbolo de estatus y un lugar de recreo para la alta sociedad, en la actualidad es un espacio para todos cuyos jardines fueron diseñados para ofrecer una experiencia sensorial, con senderos serpenteantes, estanques artificiales, cascadas, puentes y una gran variedad de especies botánicas exóticas traídas de América y Asia.
Entre sus elementos arquitectónicos destacan esa Torre Mirador que se ve desde la ruta, el Palacio de estilo colonial y una gruta artificial, todos ellos pensados para sorprender y deleitar a los visitantes.
Durante el siglo XX, el parque vivió un vaivén de incidencias, acuciadas por la Guerra Civil Española. Todo ello afectó a su conversación, sin embargo la belleza que emana en ellugar y su relevancia histórica impulsaron diversos proyectos de restauración, especialmente en las últimas décadas del siglo XX y comienzos del XXI, con el objetivo de devolverle su antiguo esplendor.
Así las cosas, el Parc Samà es actualmente un espacio abierto al público que combina turismo, educación y conservación medioambiental, siendo considerado un Jardín Histórico Artístico y forma parte de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Cataluña.
El parque alberga una rica biodiversidad, con un millar largo especies vegetales y una fauna que incluye pavos reales, ciervos, cisnes y aves exóticas, lo que lo convierte en un destino ideal para los amantes de la naturaleza.
Además, se ha convertido en un escenario popular para actividades culturales, conciertos, exposiciones y eventos privados, como bodas y sesiones fotográficas.
Cuando vuestra ruta os conduzca hacia Montbrió del Camp, el Parc Samà seguro que reclamará vuestra mirada unos segundos, su singularidad bien lo merece.
Viaje a los colores de un otoño de ciclismo en Cambrils
Días más cortos, luz plana y temperaturas suaves, el ciclismo en otoño significa sorpresa para el amante de la bicicleta, pues se encuentra paisajes en plena transformación que mudan de hoja y con ella de colores.
En esos trayectos te invitamos a descubrir maravillas cercanas a Cambrils, que no necesariamente implican un gran estado de forma, pues a estas alturas de la temporada, mucha gente ya no quiere hacer muchos kilómetros y lo que pretende es disfrutar en la bicicleta.
Ahí van tres sugerencias…
En dirección del Delta de l´Ebre
Paraje natural singular pero también un entorno perfecto para disfrutar de la bicicleta. Desde Cambrils al Delta de l´Ebre tenemos unos 71 kilómetros paralelos a la costa que podéis tomaros en varias etapas, pues varios municipios aparecen por el camino, municipios que pueden marcar el punto más lejano de la salida, antes de emprender la vuelta a Cambrils.
En el camino atravesaréis pueblos plenamente marineros, integrados en el paisaje de la Costa Daurada. L´ Hospitalet de l´Infant es el primero en el kilómetro 15, luego viene L´ Atmella de Mar ya en el 35 siendo L´Ampolla el punto que marca el acceso al Delta de l´Ebre, en el kilómetro 51.
El recorrido es por la antigua nacional 340 y recomendable hacerlo en los días que el viento no sople fuerte, porque en ese caso mejor tomar ruta al norte, hacia Tarragona y algún tramo hacia el interior a partir de Constantí.
Una ruta circular hacia La Mussara
Con una presencia imponente ya desde la misma línea de costa, la Mussara es sin duda un emplazamiento perfecto para estos días, saliendo a una buena hora de la mañana y volviendo para el almuerzo.
El recorrido es de poco menos de 100 kilómetros y tiene su miga. De inicio empezarás a ganar metros antes de cruzar La Selva del Camp y afrontar la subida final hasta la Serra de La Mussara.
Rozando los 1000 metros de altitud, la carretera te reserva unas vistas increíbles de toda la línea de costa, con Cambrils abajo, en una especie de altiplano que pasa por el antiguo recinto miliar de Castillejos. Los últimos 35 kilómetros son en descenso.
El recorrido de las tres comarcas
Desde Cambrils tienes la opción de tomar la carretera dirección Tarragona, cruzar la ciudad hasta La Secuita y afrontarla subida hasta Alforja para volver por Les Borjes del Camp y Montbrió del Camp hasta Cambrils.
Se trata de una ruta de unos 84 kilómetros, perfecta para rodar sin mayores pretensiones, con menos de 800 metros de desinel, pero conocer el gran entorno agrícola y de campo que rodea Cambrils, cruzando hasta 3 comarcas: el Alt Camp, el Baix Camp y el Tarragonès.
Queremos explicaros cuántas versiones existen de Cambrils.
No es una población muy grande, roza los 35.000 habitantes, pero su localización le vale de hub para muchas rutas por la Costa Daurada. Cambrils se sitúa al sur de la ciudad de Tarragona, en el centro del Baix Camp, una comarca de playa y tierra, que conecta el Mediterráneo con el singular paraje del Priorat.
A pesar de ese tamaño que antes decíamos, Cambrils ofrece varias caras de una misma moneda en un mismo municipio.
Su fachada marítima es alargada y agradecida, siempre mirando al mar que tanto le ha dado, desde alimento a visitantes cada año, familias, principalmente, que vienen a disfrutar de un clima excepcional en una vila de tradición marinera.
Son 9 kilómetros paralelos al mar, reuniendo sus playas en dos grupos, las de Llevant y las Ponent, siendo arenales muy típicos en la Costa Daurada, anchos y alargados, perfectos para disfrutar de la playa en familia.
Echando la vista atrás, aunque nadie ha dado con el origen exacto de su nombre, Cambrils ya era un topónimo utilizado hace casi 900 años.
El municipio se extiende sobre una superficie principalmente llana, con un pequeño desnivel en sus afueras, en límite ya con Montbrió del Camp.
La “ciutat vella” se sitúa a un kilómetro de la línea de costa. Se trata de un recinto amurallado de estrechas calles que quedó unido con el frontal de la costa por un plan de expansión urbana que ha dotado a la vila de todos los servicios modernos.
Este barrio antiguo es el recuerdo del primer Cambrils de la historia.
Ya en el ámbito marino, Cambrils guarda símbolos de su relación con el mar como el faro rojo de su rompeolas, aún operativo, y la Torre del Port, uno de los principales elementos identificativos de su fachada hacia el Passeig de les Palmeres, de tramo más conocido de su paseo marítimo.
Claro que el paseo por Cambrils sería incompleto sin sus parques, el de “Pescadors”, en memoria al oficio de la pesca, y con él “Parc del Nou Cambrils”, el del “Pinaret”, el más grande y moderno, sede anual del Cambribike, y, cómo no, el “Parc Samà”, a 5 kilómetros del núcleo urbano, aunque dentro del municipio y tdo un ejemplo de parque romántico.
Para muchas salidas ciclistas el Parc Samà es la último testigo antes de salir de Cambrils…
Así conocimos algunos de los los lugares que hacen de Cambrils un “cycling paradise”
No es cuestión de irse lejos en el mapa que, a veces, puede engañar, y sí de dar un paso un poco más allá para comprobar que el claim de “Cambrils Cycling Paradise” es una gran verdad.
Tres días de trabajo sobre el territorio, creando contenido que irá viendo la luz poco a poco fueron suficientes darnos cuenta de la diversidad y de la centralidad de Cambrils como puerta de entrada a muchas de las maravillas ciclistas de la Costa Daurada, algunas muy conocidas, pero otras sinceramente una sorpresa que supera expectativas.
Nos lo dijo una ciclista canadiense, estos días de octubre por la zona, ávida por saber si lo que le decían de Cambrils era cierto o no.
Salieron esa mañana en dirección Tarragona, pero ya conocían otros lugares, más al interior, sorpresas en forma de experiencia inolvidable.
Admitió que el global había superado sus expectativas.
Aquí nace el claim “Cambrils Cycling Paradise”
Nosotros tuvimos ocasión de comprobarlo, en escasos 50 kilómetros a la redonda, Cambrils le sirve en bandeja al ciclista lugares que dejan huella en el alma y buen esfuerzo en las piernas.
Subiendo por Riudecanyes y Duesaigües, entramos en el eterno Priorat, con sus cuestas continuas, seguidas de suaves bajadas, entre viñas, bodegas, tractores y el frontal rocoso Montsant como férreo vigía de la marcha.
Sitios con escaso tráfico y el que hay respetuoso y paciente con el ciclista, un premio en forma de paisaje para el corredor, antes durante y después, cuando acaba la marcha en alguna de sus bodegas.
Es la recompensa a una salida llena de matices, de mar y montaña, de encontrar lo inesperado y volver a casa, de donde saliste, desde Cambrils, a donde muchas personas acaban yendo año tras año, tanto tiempo después.
En Cambrils, el entorno se hace amigable al ciclista, con un paseo marítimo que te mete en medio del mar a lomos de una bicicleta, abriendo la posibilidad de conocer todo lo bueno y mejor que tiene el pueblo.
Un recorrido paralelo a sus playas, por un carril bici segregado y tranquilo, o por la ciutat vella, llena de pequeñas callejuelas, arcos e intimidad, sin obviar el puerto y sus comercios.
Nosotros lo vimos, lo comprobamos, todo en Cambrils es viento de cola para el ciclista, entrando en sus rincones, tomando café en sus terrazas, un buen desayuno antes de salir y disfrutar de una tarde con amigos, repasando los frutos de nuestro trabajo para rubricar eso que dice el lema: “Cambrils Cycling Paradise“.
Se vienen cositas…