In the heart of the Costa Daurada, Cambrils is one of the most representative towns of the Catalan coast, but with direct access to places of interest inland. For the sportsman looking for a pleasant environment, with everything at hand, Cambrils is located between the sea and an abundant and fertile plain around, the mountains nearby and with a sign “open for sport 365 days a year”.

Here you can enjoy an ideal climate during the twelve months of the year, with mild summers and winters, not very strident in temperatures, which allow you to enjoy all kinds of sports in a perfectly suitable municipality, with all the elements that define a solid sports culture: entities with tradition and recognition, facilities, hotels and businesses for athletes of all types and a calendar of events with a wide range of sports.

A walk through the sports facilities in Cambrils

The municipal environment of Cambrils has a map of sports facilities that opens the door to all kinds of sports.

The Cambrils soccer field is located in the Sports Zone, near the new train station, in a large and clear area, with enough space for three soccer fields with dimensions ranging from 105×68 meters to 91×62 meters. The facility is modern, less than fifteen years old and seats up to one thousand spectators.

Next to the three soccer fields, in the same Cambrils Sports Zone, the athletics track puts the focus on the most demanding training with a ring with eight lanes to compete, two areas for shot put, a cage for the hammer and discus, two long jump pits, a high jump area and a pole vault area. All complemented with a gymnasium and multipurpose room.

The Cambrils Sports Pavilion is a centrally located building with two covered pavilions and a synthetic surface for sports such as basketball, soccer and handball, not to mention its heated swimming pool in two versions, 25x16m and 16x8m, along with a gym and rooms for supervised activities.

In the Pinaret Park, Cambrils has its climbing wall, a 15-meter high wall with different degrees of difficulty. An archery range and a skatepark complete the visit.

Cambrils beach, a place to enjoy the sport

Cambrils facilities are close to the beach with the Streetball court that includes three 3×3 basketball courts plus another mini-basketball that puts sporting atmosphere in the middle of the Paseo de las Palmeras.

The beach is an asset as long as the municipality, highly appreciated for nautical activities but also for recreational activities linked to the sea. Among these spaces, it is interesting the concentration that occurs in the Platja del Regueral, nautical base of Cambrils, with other activities related to the sea, but also with the sand, especially beach volleyball, there we can enjoy tournaments such as university championships and championships of Catalonia, also in the Regueral beach you can play beach soccer matches, beach tennis and beach handball.

Natural and unique environments for running and cycling

For running lovers, apart from the athletics stadium, Cambrils offers a couple of very pleasant areas for running. The seafront of Cambrils is nine kilometers long, with a wide variety of landscapes and terrains, from terrazzo to land. Along the promenade there are training areas.

The other option is the Pinaret Park, which is more pleasant in the central hours of the day, as it is a park with a generous grove of trees. There are 48,000 square meters for a 2.3 kilometer circuit on a “friendly” surface for the runner as it is the land.

You will also be able to opt for stops in the calisthenics equipment areas along the promenade and other areas of the municipality to perform complementary exercises.

Surely in some of these scenarios the runner will come across cyclists, in fact the promenade has a bike path that extends to other areas of the municipality. Cambrils is in fact a real paradise for cyclists, the proximity routes in the municipal environment offer an extensive variety of trails and streams for mountain biking and for families or those who want to go out nearby.

For “gourmet cyclists”, lovers of long-distance cycling on the road, Cambrils is the real cycling hub of the Costa Daurada with a menu to suit all tastes. From Cambrils we have direct departure to the Priorat, a region of sublime landscapes and perfect roads to ride, the mountains of Prades and Mussara, hardness on the menu, and plains where to crush the time trial towards the Ebro Delta, in the south.

But the sporting landscape of Cambrils would not be complete if we do not take into account the sports entities of a wide variety of sports, from the best known and most popular to specific sports such as archery and even dance sports, with an annual event of international level that puts the town on the world map.

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  • No muy lejos del entorno urbano de Cambrils, el Parc Samà es el último testigo de la población cuando los ciclistas salen hacia el interior. Su torre, asomada a la salida de una rotonda y su muro modernista atraen la mirada de los ciclistas que salen a descubrir las rutas de las montañas que se ven desde Cambrils.

    Se trata de un lugar de gran valor histórico, paisajístico y cultural que combina la belleza de la naturaleza con el romanticismo de la arquitectura del siglo XIX. Este emblemático parque es un claro ejemplo del movimiento romántico que influyó en la jardinería y la arquitectura de aquellos, siendo ahora un testimonio vivo de la historia y un atractivo turístico de gran relevancia en la región de la Costa Daurada.

    Una visión romántica del paisaje

    El Parc Samà fue concebido en 1881 por Salvador Samà i Torrents, marqués de Marianao, un aristócrata catalán que, tras pasar por Cuba, decidió construir un espacio que reflejara mundo que vio en ultramar.

    Para ello contó Josep Fontserè i Mestre, arquitecto catalán y mentor de Antoni Gaudí, quien era reconocido por su trabajo en espacios públicos como el Parc de la Ciutadella en Barcelona.

    El marqués deseaba crear un jardín romántico que evocara la nostalgia de Cuba y que, al mismo tiempo, sirviera como un refugio de paz y belleza para la nobleza catalana. Así nació este espacio único, que mezcla elementos botánicos exóticos, arquitectura neoclásica y rincones inspirados en los jardines coloniales.

    El Parc Samà, hoy

    Aunque en su origen, el Parc Samà fue un símbolo de estatus y un lugar de recreo para la alta sociedad, en la actualidad es un espacio para todos cuyos jardines fueron diseñados para ofrecer una experiencia sensorial, con senderos serpenteantes, estanques artificiales, cascadas, puentes y una gran variedad de especies botánicas exóticas traídas de América y Asia.

    Entre sus elementos arquitectónicos destacan esa Torre Mirador que se ve desde la ruta, el Palacio de estilo colonial y una gruta artificial, todos ellos pensados para sorprender y deleitar a los visitantes.

    Durante el siglo XX, el parque vivió un vaivén de incidencias, acuciadas por la Guerra Civil Española. Todo ello afectó a su conversación, sin embargo la belleza que emana en ellugar y su relevancia histórica impulsaron diversos proyectos de restauración, especialmente en las últimas décadas del siglo XX y comienzos del XXI, con el objetivo de devolverle su antiguo esplendor.

    Así las cosas, el Parc Samà es actualmente un espacio abierto al público que combina turismo, educación y conservación medioambiental, siendo considerado un Jardín Histórico Artístico y forma parte de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Cataluña.

    El parque alberga una rica biodiversidad, con un millar largo especies vegetales y una fauna que incluye pavos reales, ciervos, cisnes y aves exóticas, lo que lo convierte en un destino ideal para los amantes de la naturaleza.

    Además, se ha convertido en un escenario popular para actividades culturales, conciertos, exposiciones y eventos privados, como bodas y sesiones fotográficas.

    Cuando vuestra ruta os conduzca hacia Montbrió del Camp, el Parc Samà seguro que reclamará vuestra mirada unos segundos, su singularidad bien lo merece.

  • Viaje a los colores de un otoño de ciclismo en Cambrils

    Días más cortos, luz plana y temperaturas suaves, el ciclismo en otoño significa sorpresa para el amante de la bicicleta, pues se encuentra paisajes en plena transformación que mudan de hoja y con ella de colores.

    En esos trayectos te invitamos a descubrir maravillas cercanas a Cambrils, que no necesariamente implican un gran estado de forma, pues a estas alturas de la temporada, mucha gente ya no quiere hacer muchos kilómetros y lo que pretende es disfrutar en la bicicleta.

    Ahí van tres sugerencias…

    En dirección del Delta de l´Ebre

    Paraje natural singular pero también un entorno perfecto para disfrutar de la bicicleta. Desde Cambrils al Delta de l´Ebre tenemos unos 71 kilómetros paralelos a la costa que podéis tomaros en varias etapas, pues varios municipios aparecen por el camino, municipios que pueden marcar el punto más lejano de la salida, antes de emprender la vuelta a Cambrils.

    En el camino atravesaréis pueblos plenamente marineros, integrados en el paisaje de la Costa Daurada. L´ Hospitalet de l´Infant es el primero en el kilómetro 15, luego viene L´ Atmella de Mar ya en el 35 siendo L´Ampolla el punto que marca el acceso al Delta de l´Ebre, en el kilómetro 51.

    El recorrido es por la antigua nacional 340 y recomendable hacerlo en los días que el viento no sople fuerte, porque en ese caso mejor tomar ruta al norte, hacia Tarragona y algún tramo hacia el interior a partir de Constantí.

    Una ruta circular hacia La Mussara

    Con una presencia imponente ya desde la misma línea de costa, la Mussara es sin duda un emplazamiento perfecto para estos días, saliendo a una buena hora de la mañana y volviendo para el almuerzo.

    El recorrido es de poco menos de 100 kilómetros y tiene su miga. De inicio empezarás a ganar metros antes de cruzar La Selva del Camp y afrontar la subida final hasta la Serra de La Mussara.

    Rozando los 1000 metros de altitud, la carretera te reserva unas vistas increíbles de toda la línea de costa, con Cambrils abajo, en una especie de altiplano que pasa por el antiguo recinto miliar de Castillejos. Los últimos 35 kilómetros son en descenso.

    El recorrido de las tres comarcas

    Desde Cambrils tienes la opción de tomar la carretera dirección Tarragona, cruzar la ciudad hasta La Secuita y afrontarla subida hasta Alforja para volver por Les Borjes del Camp y Montbrió del Camp hasta Cambrils.

    Se trata de una ruta de unos 84 kilómetros, perfecta para rodar sin mayores pretensiones, con menos de 800 metros de desinel, pero conocer el gran entorno agrícola y de campo que rodea Cambrils, cruzando hasta 3 comarcas: el Alt Camp, el Baix Camp y el Tarragonès.

  • Queremos explicaros cuántas versiones existen de Cambrils. 

    No es una población muy grande, roza los 35.000 habitantes, pero su localización le vale de hub para muchas rutas por la Costa Daurada. Cambrils se sitúa al sur de la ciudad de Tarragona, en el centro del Baix Camp, una comarca de playa y tierra, que conecta el Mediterráneo con el singular paraje del Priorat.

    A pesar de ese tamaño que antes decíamos, Cambrils ofrece varias caras de una misma moneda en un mismo municipio.

    Su fachada marítima es alargada y agradecida, siempre mirando al mar que tanto le ha dado, desde alimento a visitantes cada año, familias, principalmente, que vienen a disfrutar de un clima excepcional en una vila de tradición marinera.

    Son 9 kilómetros paralelos al mar, reuniendo sus playas en dos grupos, las de Llevant y las Ponent, siendo arenales muy típicos en la Costa Daurada, anchos y alargados, perfectos para disfrutar de la playa en familia.

    Echando la vista atrás, aunque nadie ha dado con el origen exacto de su nombre, Cambrils ya era un topónimo utilizado hace casi 900 años.

    El municipio se extiende sobre una superficie principalmente llana, con un pequeño desnivel en sus afueras, en límite ya con Montbrió del Camp.

    La “ciutat vella” se sitúa a un kilómetro de la línea de costa. Se trata de un recinto amurallado de estrechas calles que quedó unido con el frontal de la costa por un plan de expansión urbana que ha dotado a la vila de todos los servicios modernos.

    Este barrio antiguo es el recuerdo del primer Cambrils de la historia.

    Ya en el ámbito marino, Cambrils guarda símbolos de su relación con el mar como el faro rojo de su rompeolas, aún operativo, y la Torre del Port, uno de los principales elementos identificativos de su fachada hacia el Passeig de les Palmeres, de tramo más conocido de su paseo marítimo.

    Claro que el paseo por Cambrils sería incompleto sin sus parques, el de “Pescadors”, en memoria al oficio de la pesca, y con él “Parc del Nou Cambrils”,  el del “Pinaret”, el más grande y moderno, sede anual del Cambribike, y, cómo no, el “Parc Samà”, a 5 kilómetros del núcleo urbano, aunque dentro del municipio y tdo un ejemplo de parque romántico.

    Para muchas salidas ciclistas el Parc Samà es la último testigo antes de salir de Cambrils…