Queremos explicaros cuántas versiones existen de Cambrils. 

No es una población muy grande, roza los 35.000 habitantes, pero su localización le vale de hub para muchas rutas por la Costa Daurada. Cambrils se sitúa al sur de la ciudad de Tarragona, en el centro del Baix Camp, una comarca de playa y tierra, que conecta el Mediterráneo con el singular paraje del Priorat.

A pesar de ese tamaño que antes decíamos, Cambrils ofrece varias caras de una misma moneda en un mismo municipio.

Su fachada marítima es alargada y agradecida, siempre mirando al mar que tanto le ha dado, desde alimento a visitantes cada año, familias, principalmente, que vienen a disfrutar de un clima excepcional en una vila de tradición marinera.

Son 9 kilómetros paralelos al mar, reuniendo sus playas en dos grupos, las de Llevant y las Ponent, siendo arenales muy típicos en la Costa Daurada, anchos y alargados, perfectos para disfrutar de la playa en familia.

Echando la vista atrás, aunque nadie ha dado con el origen exacto de su nombre, Cambrils ya era un topónimo utilizado hace casi 900 años.

El municipio se extiende sobre una superficie principalmente llana, con un pequeño desnivel en sus afueras, en límite ya con Montbrió del Camp.

La “ciutat vella” se sitúa a un kilómetro de la línea de costa. Se trata de un recinto amurallado de estrechas calles que quedó unido con el frontal de la costa por un plan de expansión urbana que ha dotado a la vila de todos los servicios modernos.

Este barrio antiguo es el recuerdo del primer Cambrils de la historia.

Ya en el ámbito marino, Cambrils guarda símbolos de su relación con el mar como el faro rojo de su rompeolas, aún operativo, y la Torre del Port, uno de los principales elementos identificativos de su fachada hacia el Passeig de les Palmeres, de tramo más conocido de su paseo marítimo.

Claro que el paseo por Cambrils sería incompleto sin sus parques, el de “Pescadors”, en memoria al oficio de la pesca, y con él “Parc del Nou Cambrils”,  el del “Pinaret”, el más grande y moderno, sede anual del Cambribike, y, cómo no, el “Parc Samà”, a 5 kilómetros del núcleo urbano, aunque dentro del municipio y tdo un ejemplo de parque romántico.

Para muchas salidas ciclistas el Parc Samà es la último testigo antes de salir de Cambrils… 

 

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  • Viaje a los colores de un otoño de ciclismo en Cambrils

    Días más cortos, luz plana y temperaturas suaves, el ciclismo en otoño significa sorpresa para el amante de la bicicleta, pues se encuentra paisajes en plena transformación que mudan de hoja y con ella de colores.

    En esos trayectos te invitamos a descubrir maravillas cercanas a Cambrils, que no necesariamente implican un gran estado de forma, pues a estas alturas de la temporada, mucha gente ya no quiere hacer muchos kilómetros y lo que pretende es disfrutar en la bicicleta.

    Ahí van tres sugerencias…

    En dirección del Delta de l´Ebre

    Paraje natural singular pero también un entorno perfecto para disfrutar de la bicicleta. Desde Cambrils al Delta de l´Ebre tenemos unos 71 kilómetros paralelos a la costa que podéis tomaros en varias etapas, pues varios municipios aparecen por el camino, municipios que pueden marcar el punto más lejano de la salida, antes de emprender la vuelta a Cambrils.

    En el camino atravesaréis pueblos plenamente marineros, integrados en el paisaje de la Costa Daurada. L´ Hospitalet de l´Infant es el primero en el kilómetro 15, luego viene L´ Atmella de Mar ya en el 35 siendo L´Ampolla el punto que marca el acceso al Delta de l´Ebre, en el kilómetro 51.

    El recorrido es por la antigua nacional 340 y recomendable hacerlo en los días que el viento no sople fuerte, porque en ese caso mejor tomar ruta al norte, hacia Tarragona y algún tramo hacia el interior a partir de Constantí.

    Una ruta circular hacia La Mussara

    Con una presencia imponente ya desde la misma línea de costa, la Mussara es sin duda un emplazamiento perfecto para estos días, saliendo a una buena hora de la mañana y volviendo para el almuerzo.

    El recorrido es de poco menos de 100 kilómetros y tiene su miga. De inicio empezarás a ganar metros antes de cruzar La Selva del Camp y afrontar la subida final hasta la Serra de La Mussara.

    Rozando los 1000 metros de altitud, la carretera te reserva unas vistas increíbles de toda la línea de costa, con Cambrils abajo, en una especie de altiplano que pasa por el antiguo recinto miliar de Castillejos. Los últimos 35 kilómetros son en descenso.

    El recorrido de las tres comarcas

    Desde Cambrils tienes la opción de tomar la carretera dirección Tarragona, cruzar la ciudad hasta La Secuita y afrontarla subida hasta Alforja para volver por Les Borjes del Camp y Montbrió del Camp hasta Cambrils.

    Se trata de una ruta de unos 84 kilómetros, perfecta para rodar sin mayores pretensiones, con menos de 800 metros de desinel, pero conocer el gran entorno agrícola y de campo que rodea Cambrils, cruzando hasta 3 comarcas: el Alt Camp, el Baix Camp y el Tarragonès.

  • Queremos explicaros cuántas versiones existen de Cambrils. 

    No es una población muy grande, roza los 35.000 habitantes, pero su localización le vale de hub para muchas rutas por la Costa Daurada. Cambrils se sitúa al sur de la ciudad de Tarragona, en el centro del Baix Camp, una comarca de playa y tierra, que conecta el Mediterráneo con el singular paraje del Priorat.

    A pesar de ese tamaño que antes decíamos, Cambrils ofrece varias caras de una misma moneda en un mismo municipio.

    Su fachada marítima es alargada y agradecida, siempre mirando al mar que tanto le ha dado, desde alimento a visitantes cada año, familias, principalmente, que vienen a disfrutar de un clima excepcional en una vila de tradición marinera.

    Son 9 kilómetros paralelos al mar, reuniendo sus playas en dos grupos, las de Llevant y las Ponent, siendo arenales muy típicos en la Costa Daurada, anchos y alargados, perfectos para disfrutar de la playa en familia.

    Echando la vista atrás, aunque nadie ha dado con el origen exacto de su nombre, Cambrils ya era un topónimo utilizado hace casi 900 años.

    El municipio se extiende sobre una superficie principalmente llana, con un pequeño desnivel en sus afueras, en límite ya con Montbrió del Camp.

    La “ciutat vella” se sitúa a un kilómetro de la línea de costa. Se trata de un recinto amurallado de estrechas calles que quedó unido con el frontal de la costa por un plan de expansión urbana que ha dotado a la vila de todos los servicios modernos.

    Este barrio antiguo es el recuerdo del primer Cambrils de la historia.

    Ya en el ámbito marino, Cambrils guarda símbolos de su relación con el mar como el faro rojo de su rompeolas, aún operativo, y la Torre del Port, uno de los principales elementos identificativos de su fachada hacia el Passeig de les Palmeres, de tramo más conocido de su paseo marítimo.

    Claro que el paseo por Cambrils sería incompleto sin sus parques, el de “Pescadors”, en memoria al oficio de la pesca, y con él “Parc del Nou Cambrils”,  el del “Pinaret”, el más grande y moderno, sede anual del Cambribike, y, cómo no, el “Parc Samà”, a 5 kilómetros del núcleo urbano, aunque dentro del municipio y tdo un ejemplo de parque romántico.

    Para muchas salidas ciclistas el Parc Samà es la último testigo antes de salir de Cambrils… 

     

  • Así conocimos algunos de los los lugares que hacen de Cambrils un “cycling paradise”

    No es cuestión de irse lejos en el mapa que, a veces, puede engañar, y sí de dar un paso un poco más allá para comprobar que el claim de “Cambrils Cycling Paradise” es una gran verdad.

    Tres días de trabajo sobre el territorio, creando contenido que irá viendo la luz poco a poco fueron suficientes darnos cuenta de la diversidad y de la centralidad de Cambrils como puerta de entrada a muchas de las maravillas ciclistas de la Costa Daurada, algunas muy conocidas, pero otras sinceramente una sorpresa que supera expectativas.

    Nos lo dijo una ciclista canadiense, estos días de octubre por la zona, ávida por saber si lo que le decían de Cambrils era cierto o no.

    Salieron esa mañana en dirección Tarragona, pero ya conocían otros lugares, más al interior, sorpresas en forma de experiencia inolvidable.

    Admitió que el global había superado sus expectativas.

    Aquí nace el claim “Cambrils Cycling Paradise”

    Nosotros tuvimos ocasión de comprobarlo, en escasos 50 kilómetros a la redonda, Cambrils le sirve en bandeja al ciclista lugares que dejan huella en el alma y buen esfuerzo en las piernas.

    Subiendo por Riudecanyes y Duesaigües, entramos en el eterno Priorat, con sus cuestas continuas, seguidas de suaves bajadas, entre viñas, bodegas, tractores y el frontal rocoso Montsant como férreo vigía de la marcha.

    Sitios con escaso tráfico y el que hay respetuoso y paciente con el ciclista, un premio en forma de paisaje para el corredor, antes durante y después, cuando acaba la marcha en alguna de sus bodegas.

    Es la recompensa a una salida llena de matices, de mar y montaña, de encontrar lo inesperado y volver a casa, de donde saliste, desde Cambrils, a donde muchas personas acaban yendo año tras año, tanto tiempo después.

    En Cambrils, el entorno se hace amigable al ciclista, con un paseo marítimo que te mete en medio del mar a lomos de una bicicleta, abriendo la posibilidad de conocer todo lo bueno y mejor que tiene el pueblo.

    Un recorrido paralelo a sus playas, por un carril bici segregado y tranquilo, o por la ciutat vella, llena de pequeñas callejuelas, arcos e intimidad, sin obviar el puerto y sus comercios.

     

    Nosotros lo vimos, lo comprobamos, todo en Cambrils es viento de cola para el ciclista, entrando en sus rincones, tomando café en sus terrazas, un buen desayuno antes de salir y disfrutar de una tarde con amigos, repasando los frutos de nuestro trabajo para rubricar eso que dice el lema: “Cambrils Cycling Paradise“.

    Se vienen cositas…